Sandra Sánchez: «Es imposible vivir sólo del karate»
La alegría que desprende Sandra Sánchez (Talavera de la Reina, 1981) en cada conversación tiene un curioso contraste con la máxima concentración y el lenguaje corporal, incluso intimidatorio, que toma cuando sube al tatami. De esta combinación han salido muchos de sus éxitos, junto a un talento inabarcable para las katas fruto del trabajo duro de una persona que dedica las 24 horas del día a prepararse para la competición. Meses después de su gran éxito en los Juegos Olímpicos de Tokio, la campeona olímpica atiende a OKDIARIO para repasar sus mayores logros y dar su opinión sobre la polémica decisión de que el karate no esté en París 2024.
Pregunta: ¿Qué tal estos meses después de la medalla? Lo has asimilado
Respuesta: Todavía me levanto por las mañanas, miro el tatuaje y me pregunto si ha sido de verdad. Me pongo el vídeo de vez en cuando porque me cuesta creer que todo esto haya pasado. De los Juegos hasta el Mundial han sido tres meses duros porque había que compaginar lo que es ganar una medalla de oro olímpica, que se te multiplica la vida social, pero seguir con el mismo entrenamiento, seis o siete horas diarias. Tuve que encontrar el equilibrio entre la vida social y los entrenamientos para conseguir cerrar el año con el reto que nos habíamos marcado.
P: ¿Cómo lleva ser una de las caras visibles del deporte en España?
R: Es verdad, la visibilidad que tienen los Juegos Olímpicos no lo tiene nada. Es algo super bonito, super feliz porque la gente te valora por algo que has conseguido con tu esfuerzo, pero yo me sigo sintiendo Sandrita y a veces incluso me da vergüenza cuando la gente me para. Sientes que eres la misma persona de antes. Estoy intentando aprender a saber qué decir a todo el mundo e intentar que todos se sientan tranquilos, al final estás hablando con una persona igual que tú.
P: Hay una Sandra en competición y otra fuera de ella…
R: Yo cuando me meto en el tatami es como una transformación, estoy en mi mundo y no veo nada más. Como entreno tantas horas y tengo que estar muy seria, cuando acabo tengo que equilibrar la balanza, no puedo estar con esa cara de mala leche todo el día (risas). Después de tantas horas de entrenamiento hay que sonreír y disfrutar del sueño que estoy viviendo. Trato de disfrutar cada segundo y cada momento.
P: ¿Cómo es un día en la vida de Sandra Sánchez?
R: Las 24 horas del día están pensadas para el rendimiento, incluso el descanso. Yo me levanto sobre las siete de la mañana, desayuno y me bajo a entrenar. Entrenamos una hora de gimnasio y dos horas y media de técnica de karate. Después un ratito de fisio y nos vamos corriendo al comedor, media hora de descanso y por la tarde repetimos las tres horas de entrenamiento, fisio, baños de contraste, la cena y un ratito de ponerse al día. El descanso también es primordial para rendir al día siguiente.
P: Os han dado una oportunidad olímpica única, pero también efímera a los karatekas.
R: Genera una sensación de impotencia, porque no sabemos las razones por las que estamos fuera, no hay una explicación lógica. Todo lo que pide el COI para que un deporte sea olímpico el karate lo cumple. Además, los índices de audiencia en Tokio han sido muy buenos. Te deja la sensación de no saber qué hay que hacer para estar dentro, y hay tantas cosas que no llegan o que no son transparentes que dejan ese sinsabor de saber que hemos vivo algo único pero también querer que mis compañeros puedan vivir lo que yo he vivido.
P: Ha ganado todo en este 2021, en el que ha cumplido 40 años. Es un auténtico hito.
R: No hay una edad, el alto rendimiento está cambiando mucho no sólo en karate, lo vemos en otros deportes. Los sistemas de entrenamiento han cambiado, la prevención y recuperación de lesiones… y eso provoca que la vida deportiva se alargue. Yo voy rompiendo el techo porque no había nadie compitiendo con la edad que tengo yo, pero sirve para que la gente vea que se puede. Ya veremos hasta dónde podemos llegar.
P: ¿Hay diferencias entre hombres y mujeres en el karate?
R: Yo desde que empecé, me puse el karategi y no era un niño o una niña, éramos todos karatekas. Cuando eres consciente notaba la diferencia de que sólo éramos dos niñas y el resto eran niñas. Después sí ves las diferencias, echas de menos seleccionadoras, árbitros, técnicos que sean chicas. En todos los ámbitos aún quedan pasos por conseguir y seguir mejorando.
P: Los patrocinadores son un pilar en la vida del deportista…
R: No se puede vivir del karate. Por ganar el circuito mundial, que puede ser como la Champions en fútbol, que tenemos que competir siete u ocho pruebas mínimo en tres continentes a lo largo del año, si consigues ganar el circuito son 1.000 euros, por todo un año. Vivir sólo del karate es imposible, sino hay ayudas, becas, patrocinadores que apoyen nuestro trabajo, el círculo que también forman los medios de comunicación para que esos patrocinadores apuesten por nosotros, estás en esa tesitura de tener que trabajar, entrenar y hacer tiempo para todo. Iberdrola fue uno de mis primeros patrocinadores, cuando yo estaba empezando y confiaron en mí, no porque creyeran que podía llegar lejos sino porque pensaban que era importante abrir el camino. Apoyan el deporte desde la base y han creado ejemplo para que otras empresas también se animen a crear proyectos como este.
P: ¿Qué os decían otros deportistas españoles sobre la medalla y la ausencia del karate en París 2024?
R: Nadie lo entiende, en realidad. Había gente que pensaba que estábamos en los Juegos desde antes, piensan que es un deporte conocido, a la gente le cuesta mucho entender y encima te preguntan y no tienes una explicación lógica para saber por qué estamos fuera, el resultado es esa sensación de impotencia.